
Como es sabido (veáse, si no, nuestro catálogo de variedades), la picual es la variedad dominante en la provincia de Jaén. Precisamente debido a esta omnipresencia, son cada vez más las almazaras jienenses que buscan criterios diferenciadores para sus aceites. Algunas lo tienen fácil. No hay más que aprovechar esas aceitunas minoritarias, casi desaparecidas, a partir de las cuales construir un discurso de marca.
La carrasqueño y la royal, sin olvidar a la manzanilla de Jaén que ha despertado el interés de estudiosos y elaboradores de Sierra Mágina, se perfilan como interesantes ejemplos de por dónde podrían ir estas líneas diferenciadoras.

La royal, autóctona de la comarca de Cazorla, está demostrando una capacidad importante para producir aceites más amables (levemente dulces) comparados con la fortaleza de la picual, lo que ya supone un rasgo de diversidad apreciable. Por su parte, la carrasqueño, que debe su nombre al parecido que guardan sus hojas con las de la encina, es una variedad endémica ligada principalmente al término de Alcaudete, en la llamada Sierra Sur. Es la cooperativa de esta localidad, Virgen del Perpetuo Socorro, la que está sacando un considerable partido a esta aceituna que recientemente se ha ganado el reconocimiento internacional gracias a la obtención del premio Gran Prestigio de Oro en el marco del Concurso Internacional Terra Olivo 2014 celebrado en Jerusalén.