
Nada nuevo bajo el sol. Éste podría ser el resumen de las recomendaciones que el Consejo Oleícola Internacional (COI) ofrece para la mejora de la situación de las regiones olivareras más desfavorecidas del planeta. A raíz de un estudio dirigido por algunos de los especialistas más prestigiosos y reconocidos del sector, como María Isabel Gómez y Juan Vilar, entre otros, estas pautas de comportamiento insisten en la importancia de incrementar y cuidar la calidad de los aceites así como en la necesidad de promocionar una mayor cultura oleícola con el fin de aumentar la masa de consumidores en todos los ámbitos posibles.
Además, el COI recomienda aprovechar técnicas de cultivo y de elaboración cuyos resultados han demostrado una buena rentabilidad en otros países menos desfavorecidos. De mayor calado supone la transformación de sistemas de cultivo tradicional a sistemas intensivos y superintensivos, siempre que las condiciones orográficas y medioambientales lo consientan, claro está, y siempre que las expectativas del mercado lo avalen. Muy interesante resulta también la recomendación de optimizar recursos por la vía asociativa y cooperativa tanto de almazaras como de las explotaciones olivareras propiamente dichas.