1.700 hectáreas de olivar, 13 almazaras, 10 localidades implicadas (incluida la capital, Logroño), 64 marcas comerciales y unos niveles de exportación que alcanzan la mitad de lo producido anualmente.
La D.O.P. Aceite de La Rioja cumple 10 años de vida y hace balance. De apenas contar en el mercado internacional, los aceites riojanos han pasado a tener presencia en países como Alemania, Reino Unido, Bélgica o Colombia, entre otros destinos.
Sin embargo en España se trata de aceites cuya calidad sólo es conocida en la parte norte del país. En el resto, son todavía unos grandes desconocidos y el desafío en los próximos años pasa por hacer un esfuerzo comercial que contribuya a que los cocineros los usen paran sus recetas, y el consumidor los tenga en cuenta como producto de calidad.
Según palabras del presidente de la D.O.P. a El Correo de La Rioja, Miguel Martínez de Quel, es la profesionalización del sector la principal tarea que deben asumir los elaboradores para fortalecer esa base cualitativa. Para ello, la denominación va a continuar con su plan de formación y asesoramiento a los agricultores, desarrollando además campañas de investigación de variedades, suelos y podas sin olvidar las estrategias comerciales.
Actualmente, en el territorio que ocupa la D.O.P. coexisten unas 13 clases de aceitunas, con la redondilla (variedad autóctona) como mascarón de proa, a la que se suma un rosario varietal compuesto por la empeltre, la hojiblanca, la arróniz, la picual, la cornicabra o la omnipresente arbequina.