Escribe Manuel Piedrahita en su introducción a su nuevo libro, El espíritu del olivo (Diputación de Córdoba-Ediciones y publicaciones. 156 páginas. 15 euros. Córdoba, 2013), que en el año 2000 los Caballeros del Olivo de Nyons (Francia) apadrinaron mediante un sencillo protocolo a los fundadores de la Cofradía de Amigos del Olivo de Baena, entre los que se encontraba el periodista baenense. En aquel acto celebrado en el Teatro Liceo se utilizó el juramento habitual de aquella cofradía francesa: “Yo acepto formar parte de la Cofradía de Caballeros del Olivo. Prometo por mis palabras, mis escritos y mis actos defender el olivo y todas las verdaderas riquezas, materiales y espirituales, que él nos aporta; y practicar las virtudes que representa. Me comprometo con todos los medios posibles al mantenimiento y a la promoción de su cultura; trabajar por el olivo, alimento y luz, símbolo de la abundancia, de la sabiduría y de la paz, símbolo de la vida”

HISTORIAS, LEYENDAS Y MITOS. Mucho antes de ese juramento, ya veneraba Manuel Piedrahita el olivo “con mis palabras y en mis escritos pues siempre fue para mí un árbol sagrado abundante en riqueza material y espiritual. Suscribo las palabras del tercer presidente norteamericano Thomas Jefferson (1743-1826): “El olivo es seguramente el mejor regalo del cielo”. Está, pues, claro el porqué de este libro.

El dibujo de la portada, del pintor Ginés Liébana, lo complementa Manuel Piedrahita al principio del libro con esta frase poética de García Lorca:  “Ángeles negros volaban por el viento del atardecer. Ángeles con largas trenzas y corazones de aceite de oliva”

Los diecinueve capítulos de El espíritu del olivo constituyen una amplia referencia a historias, leyendas y mitos, en prosa y verso; que tiene como protagonista el árbol sagrado del mar Mediterráneo. Escritores y poetas españoles, así como algunos artículos del autor, complementan el texto del libro muy bien ilustrado con dibujos y fotografías.