El toro de Osborne es una poderosa imagen de marca.
El objetivo: ganar más cuota de mercado. El campo de acción: los países de la Unión Europea. El talismán: el toro negro cuya imagen ayer se levantaba cerca de la carretera. Los colaboradores: Maeva y Osborne.
Así es. Según el acuerdo firmado recientemente en Granada, en un acto al que no faltó la consejera en funciones de Agricultura, Pesca y Desarrollo de la Junta de Andalucía, Elena Víboras, la productora de aceites Maeva podrá usar en sus marcas el toro de Osborne, silueta emblemática de esta casa puntera en la comercialización de vinos y cuya sede de El Puerto de Santa María continúa siendo un santuario de peregrinaje para los amantes de los jereces más prestigiosos.
Gracias a esta alianza, Maeva podrá optimizar su red de comercialización en los países de la Unión Europea durante los próximos cuatro años aunque no se descarta la ampliación del acuerdo en el tiempo ni su extensión a otras partes del mundo. Durante 2014, Osborne y Maeva alcanzaron una facturación respectiva de 251 y 125 millones de euros.
Desde un punto de vista productivo es la reina de las variedades con una extensión aproximada de 900.000 ha. Sus dominios tienen su principal feudo en la provincia de Jaén, donde es mayoritaria, aunque también se extiende por Córdoba, Sevilla o Granada. Fuera de Andalucía, se ha ido implantando en otros territorios, donde los elaboradores han buscado beneficiarse de su probada estabilidad (es una de las variedades más resistentes al paso del tiempo) así como de su vibrante frutado verde cuando se recolecta con cierta antelación. En su libro dedicado a la cata de aceites, Brígida Jiménez y Anunciación Carpio nos hablan de algunas sinonimias que admite esta variedad: nevadillo blanco, marteño o lopereño. Las autoras destacan también el alto contenido de la picual para producir aceites ricos en polifenoles y con un índice elevado de ácido oleico. A la hora de la cata, su nariz suele brindar una marcada nota vegetal (hoja de olivo) y una boca muy sólida, con amargos que suelen ser protagonistas y algún toque picante.
Algunas plantaciones del Poniente granadino superan los 1.100 m. de altitud / DO PONIENTE DE GRANADA
En 1998 echaba a andar el proceso que, cinco años más tarde, culminaría en el reconocimiento de una D.O. aceitera con preciso significado geográfico. Poniente de Granada se disponía a amparar a casi una docena de pueblos de singular sonoridad: Fuentes de Cesna, Zagra, Algarinejo, Tocón, Alomartes, Montefrío, Moclín, Íllora, Escoznar, Villanueva Mesía y Jayena. En ellos la producción de aceite no es algo que pueda considerarse novedoso. Algunas plantas de olivo que presenciaron la conquista de Granada por los Reyes Católicos, en 1492, todavía continúan enraizadas a una parte de esta tierra para orgullo de sus habitantes y deleite de turistas y viajeros.
El clima de esta comarca de la provincia de Granada se distingue por un secano rabioso. Apenas llueve y el regadío no tiene presencia. Los suelos pobres de montaña (los olivos están plantados a una altitud entre los 400 y los 1.100 metros) hacen el resto. Las variedades de aceituna han tenido que arreglárselas para vivir en estas condiciones, últimamente aliviadas por el desarrollo tecnológico y los progresos de la olivicultura. Se trata, principalmente, de cuatro tipos: hojiblanca, picual, picudo y lucio.
La lucio es una variedad autóctona con enorme potencial. / DO PG
Aunque existen las composiciones mono-varietales, por lo general los aceites de la D.O. Poniente de Granada implican la participación de al menos tres variedades, que suelen ser las mayoritarias hojiblanca, picual y picudo. De esta última existen en Montefrío y Algarinejo árboles con más de doscientos años de existencia. También hay muestras de hojiblancos muy antiguos. La picual, dominante en la otra indicación aceitera de la provincia (D.O. Montes de Granada), es otra cosa. Fue plantada en su mayoría a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado y en años en los que el agua resulta particularmente escasa sufre las consecuencias de la sequía de forma más acusada que el resto de variedades.
Numerosos emplazamientos recuerdan la Reconquista. / DO PG.
El secretario de la D.O. nos habla de interesantes estudios que se están llevando a cabo para determinar el valor que la vejez de la planta tiene con vistas a producir aceites de la mejor calidad. “Sería fácil decir que la longevidad de los olivos representa un plus cualitativo alto”, explica José Juan Jiménez. “La verdad es que no estamos seguros. Hay poco investigado sobre el asunto y por lo que vamos viendo en nuestros ensayos, todavía es pronto para dictar sentencia. El suelo, el clima y las características concretas de cada variedad tienen demasiado peso y este peso parece poner la vejez del árbol en un segundo plano”.
TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN. A los tipos citados, hay que añadir un conjunto varietal minoritario y autóctono por desgracia todavía poco conocido científicamente, aceitunas de nombre confuso y cambiante en cuya descripción y comportamiento están trabajando los técnicos de la D.O. La lucio, de la que existen dos variantes (lucio gordo y lucio fino), sería la mejor documentada de este repertorio, entre otras razones porque se ha podido elaborar en solitario gracias a la labor de alguna almazara en Íllora. “Nuestra intención” –explica Jiménez- “es potenciar el desarrollo de estas aceitunas como un patrimonio que puede dar muchas alegrías cara al futuro. El trabajo requiere tiempo e inversión. Ahora estamos investigando una de ellas y los resultados no dejan de provocarnos sorpresa. Todavía no le hemos dado nombre definitivo pero ya sabemos que puede contener igual o más ácido oleico que la picual. En cambio tiene menos picante y amargor que ésta”.
Italia ha tenido siempre un buen proveedor de aceites en este enclave granadino. / DO PG
Alrededor de 70.000 ha componen la superficie dedicada al olivar en esta parte de Granada donde el aceite es columna vertebral de la economía. El Consejo Regulador sólo cuenta con doce almazaras inscritas que producen unas mil toneladas de aceite virgen extra seleccionado de un total de 18.000 toneladas de media anual. “Italia ha tenido aquí un buen suministrador de aceite a granel”, afirma el secretario, que nos ofrece otras pista sobre el destino de la producción. Al parecer, el poderoso grupo Sovena, que tiene entre sus clientes a Mercadona, también se nutre de esta zona para diseñar sus elaboraciones. JUAN MANUEL RUIZ CASADO
Ya está en marcha el plan que, avalado por la Junta de Andalucía, pretende obtener de la Unesco la consideración de Patrimonio de la Humanidad para los olivos andaluces. El peso cultural de este paisaje, su singularidad, belleza y arraigo, sin olvidar los vínculos históricos y económicos que viene acarreando desde hace siglos, son algunos de los argumentos que han impulsado esta iniciativa. En ella participan la Fundación Escovalia, con su presidente, Francisco Casero, a la cabeza; la Diputación y la Universidad de Jaén así como la Consejería de Agricultura, entre otras instituciones. Más de ciento ochenta millones de plantas, distribuidas principalmente por las provincias de Jáen, Córdoba, Sevilla, Málaga y Granada, esperan un reconocimiento que no es fácil de obtener (hace años ya se intentó y la aventura no llevó a buen puerto) y al que también pujan La Rioja y el País Vasco, aunque en este caso la prestigiosa distinción se pide para el viñedo de ambas comunidades.
Cinco aceites y un vinagre balsámico. / ACEITES MAEVA
“Incorpore un toque especial a sus platos del verano. La imaginación al poder”. Con este sugestivo lema se acaban de presentar los nuevos aceites MAEVA en spray, una colección de cinco aceites virgen extra –tres de ellos saborizados con guindilla, hierbas provenzales y ajo- y un vinagre balsámico, al modo de los mejores aceto italianos. El surtido incluye un virgen extra canónico y otro más obtenido a partir de olivicultura ecológica. Además, los nuevos productos nacen apadrinados por Sergi Arola, uno de los chefs de vanguardia más destacados en la defensa del virgen extra como uno de los pilares de la gran cocina contemporánea.
Los aceites de MAEVA se ofrecen en coloridos envases de 200 ml dotados de un práctico spray (sin CFC’s ni gases, totalmente ecológico), lo que facilita el toque final de aroma y sabor a todo tipo de platos, desde un pá amb tomaca hasta una pizza, una ensalada o una barbacoa. De este modo, la empresa granadina fundada por Luis Torres en 1930 se suma a las corrientes innovadoras que hacen furor en el universo del zumo de la aceituna.
Sergi Arola, un padrino de lujo para los nuevos aceites. / AM
Se da la circunstancia de que la empresa olivarera de la familia Torres –regentada hoy por Luis Torres-Morante Concha, de la tercera generación-, estrena marca propia con este singular producto después de casi un siglo elaborando aceites de la máxima calidad para otros envasadores. Con delegaciones en EE.UU., China, Francia y México, además de su sede central en Granada (Avenida de Incar, 8. Escúzar, Granada. Tel. 95 899 10 33), MAEVA se perfila como una de las empresas del sector más activas en los siempre difíciles mercados internacionales. Habrá que seguirle la pista.