Esta variedad, sobre la que muchos especialistas tienen depositadas altas expectativas, se localiza principalmente en el sureste de Extremadura, de manera concreta en la llamada Campiña Sur. La encontramos también en la Sierra Norte de Sevilla y en algunos puntos de Málaga.
Se trata de una aceituna considerada de ciclo largo, aunque recientes estudios animan a no esperar tanto para cosecharla. Tradicionalmente es en el mes de diciembre cuando suele recolectarse. Para muchos elaboradores, su completa maduración resulta imprescindible ya que tiene tendencia a ofrecer un notable gusto picante, a menudo por encima de las notas amargas. Sus aromas, cuando está bien hecha, poseen toques particulares de cáscara de plátano y de hoja verde.
En la ya referida Campiña Sur extremeña, donde se cultivan algo más de 13.000 hectáreas de olivar, cerca de un 75% son de la especie pico limón.
Es sensible a la enfermedad de la mosca, y debe su nombre, como es obvio, al parecido que su pico guarda con el de un limón.