
Por fin se despeja la incógnita acerca de quién será el personaje encargado de difundir por el mundo las excelencias del aceite de oliva español, así como de otros productos patrios como la aceituna de mesa, el vino y el cerdo ibérico.
El elegido no es Pau ni Marc Gasol, Antonio Banderas o Pedro Almodóvar, todos ellos con gran brillo y tirón internacional, sino Rafa Nadal. Todo un estandarte del triunfo y la superación, el tenista de Manacor cumple sobradamente con los requisitos deseables para asociar a cualquier producto necesitado de promoción, y así se corrobora cada vez que se enciende la tele y se comprueba el uso que se hace de la imagen de este prodigio de la raqueta. Sin duda uno de los iconos indiscutibles de la modernidad que a buen seguro contribuirá a reforzar el desarrollo de los aceites de oliva españoles a partir del lema “Nacidos en España, admirados en el mundo”.
La campaña, que espera ser excelentemente recibida en Estados Unidos y en poderosos mercados asiáticos, tiene como puntos de apoyo tanto los aceites elaborados como el paisaje del olivar, entendido éste desde el punto de vista cualitativo y también cuantitativo. No en vano se trata del olivar más extenso del planeta.